Lecciones de negocios que podemos aprender del nuevo corte de la película ‘La Liga de la Justicia’.

DC tiene dos de los personajes más famosos de la historia del cómic; Superman y Batman. Sin embargo, cuando se trata de películas, Marvel está muy por delante. Spiderman inició las cosas, pero fue el éxito de Iron Man lo que realmente empujó a los superhéroes al ojo público. Capitán América, Guardianes de la Galaxia, Thor, Pantera Negra y Capitana Marvel se convirtieron en grandes éxitos de taquilla. Avengers: End Game incluso rompió el récord de Avatar 2,788 mil millones de dólares.

Justice League fue la respuesta de DC a Los Vengadores. Al crecer con los dibujos animados de los sábados por la mañana, casi no podía esperar a ver a los “superhéroes más grandes del mundo” unirse en la pantalla grande, pero me decepcionó mucho cuando se lanzó en 2017. La acción fue débil, la historia olvidable, los personajes superficiales, todo se sintió apresurado.

Cierro y abro los ojos y ya estamos en 2021, y el director original Zack Snyder pudo lanzar su versión de Justice League en HBO Max. Después de haberla visto durante el fin de semana, debo decir que se siente como una película completamente diferente, y su calificación de 8.4 en IMDB es bien merecida. Entonces, ¿por qué la primera versión no tuvo éxito y esta tuvo éxito? Las respuestas también se aplican a los negocios. Aquí hay cuatro lecciones poderosas que los empresarios pueden aprender de la Liga de la Justicia de Zack Synder.

Conoce a tu audiencia

Si había una persona que conocía a su audiencia, era Steve Jobs. Sabía que su audiencia estaba frustrada con las PC y sabía que la gente estaría dispuesta a pagar más por productos de calidad. También sabía que el estilo era importante para muchas personas, incluso cuando se trataba de tecnología. Apple cambió por sí sola todo el mercado con sus iMacs, iPods y iPhones.

Zack Snyder sabía que los personajes más importantes de DC merecían una gran historia llena de escenas de acción, que es precisamente lo que entregó con el montaje de Synder. Sentado a las cuatro horas y dos minutos, uno pensaría que la película podría alargarse, pero fuera del epílogo, la película avanza muy bien. Les dio a los fanáticos lo que querían y ha reavivado el interés en el equipo de superhéroes de DC.

Elon Musk es un ejemplo perfecto de emprendedor que conoce a su audiencia. Los propietarios de Telsa los compran porque no quieren contribuir al cambio climático y disfrutan de tener una cabina silenciosa (gracias a que el motor es completamente eléctrico). También incluyó una opción para los conductores que quieren lucirse con los modos locos y ridículos de Telsa, así como con el piloto automático.

Una buena historia es poderosa

El Titanic de James Cameron en papel sonaba tonto. Una película sobre el hundimiento de un barco. Gran super trato. Todos conocemos el final; el barco se hunde. Para empeorar las cosas, su presupuesto de 100 millones de dólares se salió de control y la marca final aterrizó en algún lugar por encima de los 200 millones. La gente asumió (incluido yo mismo) que sería un desastre absoluto. No podríamos haber estado más equivocados.

Titanic rompió todo tipo de récords y se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos. Con toda la prensa positiva que había recibido, decidí verla en el cine, ya que no había nada que valiera la pena ver y lo disfruté muchísimo.

Una de las razones por las que Avengers: Infinity War y Avengers: End Game lo hicieron tan bien fue la cautivadora historia. Estábamos invertidos. Teníamos que saber cómo derrotarían a Thanos.

Los emprendedores deben aprender el arte de contar historias. Es una de las razones por las que la directora ejecutiva de la ahora desaparecida Theranos, Elizabeth Holmes, y el director ejecutivo de WeWork, Adam Neumann, tuvieron tanto éxito que supieron aprovechar nuestro deseo de quedar hechizados. El storytelling hace que las ideas y los conceptos cobren vida tanto en la mente de los inversores como de los clientes y es una forma segura de impulsar los resultados de tu negocio.

Las imágenes marcan una gran diferencia

Una de las lecciones que aprendí al principio de mi carrera empresarial es que nuestros ojos pueden engañarse. Los magos usan esto a su favor. Algunos vendedores lo usan en nuestra contra. A través del engaño o la distracción, vemos lo que quieren que veamos.

Al invertir en bienes raíces, mi mentor me enseñó a no mirar con los ojos, sino a mirar los números. Es algo que Robert Kiyosaki reitera en muchos de los libros de su serie Rich Dad.

Los emprendedores deben aprender a utilizar los elementos visuales para su beneficio en cada parte de su negocio, incluidas presentaciones, productos, empaques, logotipos, oficinas y colores. Durante los últimos dos años, he comprado productos de Olympus (cámara OMD), Facebook (Oculus Quest) y Apple (iPad) y cada vez, el empaque fue impecable. Rezumaban calidad y los productos en sí eran aún más impresionantes.

Las emociones venden

Nos gusta pensar que compramos con lógica. No lo hacemos. Compramos en la emoción y justificamos con lógica. Esto es algo que aprendí de uno de los mejores redactores de todos los tiempos, Joseph Sugarman, en su excelente libro Triggers.

Pregúntale a tu amigo por qué compró un BMW y te contará sobre la garantía, la comodidad, el motor, las características de seguridad, pero la verdad es que lo compraron porque lo querían. Querían el prestigio que conlleva tener un BMW. Querían que la gente dijera: “Buen coche”. Eso no lo conseguirás con un Toyota Camry o un Honda Accord, pero con un BMW o Mercedes, ah, eso es diferente.

La lógica solo te llevará hasta cierto punto. Los emprendedores deben aprender a aprovechar las emociones de sus clientes. Una de las mejores formas de hacerlo es a través de experiencias que sorprendan y deleiten a los clientes. En esta era viral, historias como Lego y el niño de 7 años que perdió a su ninja, la entrega de Trader Joe a un hombre de 89 años y la experiencia de Peter Shankman con Morton’s Steakhouse son clásicos y emocionan a la gente.

Solo sirve para demostrarte que con un poco de cuidado adicional, puedes ganar clientes de por vida.

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