¿Quién dice que tu trabajo no es un lugar adecuado para mantenerte en forma?
Pasas casi la mitad de tu tiempo en una oficina, es decir, sentado y sin moverte… a menos que te pares por un café o a recoger unas copias. Por supuesto, esto repercute en tu bienestar físico, y a la larga podría tener consecuencias negativas como sobrepeso o dolores musculares. Pero, ¿quién dice que la oficina no es un espacio idóneo para mantenerte en forma?
La realidad es que no necesitas mucho tiempo ni un espacio amplio para quemar calorías. Existen rutinas de ejercicio cortas y sencillas que, sin implicar grandes malabares, te permitirán mantenerte en un peso saludable. Los expertos de InstaFit proponen algunas secuencias:
1. Levantamiento de pantorrilla
Obviamente, lo que menos quieres es llamar la atención en tu trabajo, ¿verdad? Este ejercicio es discreto y altamente efectivo. En lugar de mover los pies sin rumbo debido a la ansiedad, concéntrate en trabajar tu pantorrilla. Cuando estés sentado, levanta sin despegar las puntas de los pies, tensa tu pantorrilla por dos segundos y luego suelta. Repite varias veces. Puedes aumentar un poco la dificultad poniendo tu bote de basura debajo de tus pies y apoyando únicamente la punta de los dedos de igual forma. Realiza de 10 a 12 repeticiones.
2. La pataleta
Sentado en tu silla, estira y flexiona tus piernas. Haz fuerza para frenar cuando tus piernas lleguen a 90 grados. Puedes hacer lo mismo con los brazos. Verás cómo con este ejercicio tu brazo se convierte en un bíceps torneado.
3. Sentadilla de celebración
Tal vez tuviste un ascenso o fue un gran día para ti en el trabajo. ¡Celébralo con el salto sentadilla! Busca una sala de juntas vacía. Colócate en la posición de la sentadilla profunda e impúlsate lo más que puedas como si brincaras de alegría por una gran noticia. Realiza este ejercicio de cuatro a seis repeticiones.
4. Fondos de escritorio
Estos ejercicios de tríceps se pueden realizar casi en cualquier lugar, incluyendo tu cubículo. Usando un escritorio resistente o una silla que no tenga rueditas, siéntate con las manos en el borde, con los pies plantados en el suelo un paso o dos lejos de la mesa o silla. Endereza los brazos para levantar el cuerpo, después dóblalos hasta alcanzar un ángulo de 90 grados para que tu cuerpo se “sumerja”. Sostén por dos segundos y vuelve a enderezar mientras mantienes el cuerpo elevado sobre tu apoyo. Realiza de 8 a 10 repeticiones, siempre con la espalda recta.
Ahora ya no hay pretexto para no estar en forma… incluso si eres la persona más ocupada del mundo.