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¿Quién es Elizabeth Holmes? La mujer que puso en jaque a Silicon Valley

El juicio en un tribunal federal de Estados Unidos en San José promete ser una de las pruebas más destacadas de presuntas irregularidades en Silicon Valley, que está experimentando un auge histórico en la financiación de nuevas empresas.

La incapacidad de Elizabeth Holmes para convertir su empresa tecnológica de análisis de sangre, Theranos, en un negocio viable no fue un delito, dijeron sus abogados a un jurado federal, en el inicio a un juicio que analizará su estado mental y la cultura promocional de Silicon Valley.

“Elizabeth Holmes no iba a trabajar todos los días con la intención de mentir, engañar y robar”, dijo un abogado de Holmes, Lance Wade, a los miembros del jurado durante los argumentos iniciales. “El gobierno quiere hacerles creer que su empresa toda su vida es un fraude”.

Holmes, de 37 años, “trabajó hasta el cansancio durante 15 años intentando que las pruebas de laboratorio fueran más baratas y accesibles. Se volcó con su corazón y su alma en ese esfuerzo”, añadió Wade.

“Al final, Theranos fracasó. Y la señora Holmes se fue sin nada. Pero el fracaso no es un delito. Esforzarse al máximo y quedarse corto no es un delito”.

El juicio en un tribunal federal de Estados Unidos en San José promete ser una de las pruebas más destacadas de presuntas irregularidades en Silicon Valley, que está experimentando un auge histórico en la financiación de nuevas empresas.

Anteriormente, un fiscal estadounidense dijo que Holmes había engañado intencionadamente a los inversionistas y clientes de la que fuera una vez una importante start-up, para enriquecerse. “Este es un caso de fraude, de mentir y engañar para conseguir dinero”, dijo el fiscal adjunto Robert Leach.

Los fiscales trataron de vincular los problemas comerciales de Theranos con el comportamiento de Holmes, alegando que la empresa estuvo a punto de arruinarse financieramente al menos dos veces si no podía conseguir capital adicional.

“Sin tiempo y sin dinero, Elizabeth Holmes decidió mentir”, dijo Leach.

Holmes se enfrenta a 10 cargos de fraude electrónico y dos cargos de conspiración para cometer fraude electrónico. Se ha declarado inocente. Si es declarada culpable, se enfrenta a una pena máxima de hasta 20 años de prisión.

Llegó a la sala del tribunal de San José con un traje gris y una camisa de color claro, lo que la aleja del cuello de tortuga negro que era su marca de sastrería en el apogeo de su fama.

Theranos, fundada por Holmes en 2003 y con sede en Palo Alto, parecía ser una exitosa empresa emergente que había descubierto nuevas formas de realizar docenas de pruebas médicas utilizando pequeñas cantidades de sangre. En 2014, los inversionistas valoraron la empresa en 9,000 millones de dólares.

Pero los fiscales del Departamento de Justicia de Estados Unidos acusaron a Holmes y a Ramesh Balwani, ex presidente de Theranos, en 2018, alegando que promocionaron falsamente la tecnología de la empresa a pesar de saber que tenía problemas de fiabilidad.

“Lo principal va a ser que el fiscal demuestre que sabía que estas pruebas no funcionaban”, dijo Cheryl Bader, profesora asociada de derecho en la Universidad de Fordham y exfiscal federal.

Los fiscales también alegan que Holmes y Balwani tergiversaron la situación financiera de Theranos ante los inversores, afirmando que la empresa obtendría u$s 1000 millones de ingresos en 2015 cuando sólo tenía unas ventas modestas.

Los abogados de Holmes han intentado previamente desestimar el caso, argumentando que la acusación era demasiado vaga. El juez Edward Davila denegó sus peticiones en octubre del año pasado.

En marzo de 2020, Davila ordenó que los dos acusados pudieran tener juicios separados. Los abogados de Holmes han argumentado que Balwani, que también es su exnovio, abusó de la fundadora de Theranos, afectando a su criterio. Balwani ha negado estas afirmaciones.

Los fiscales han presentado una lista de posibles testigos que incluye a Henry Kissinger, un antiguo miembro del consejo de administración; el abogado David Boies, anterior asesor externo de la empresa; y el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, que fue inversor en Theranos.

Los abogados de Holmes han dicho que podrían pedir el testimonio de John Carreyrou, el ex reportero del Wall Street Journal cuya investigación sobre Theranos ayudó a precipitar la caída de la empresa. No está claro si la propia Holmes testificará en el juicio, que se espera que dure varios meses.