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El e-commerce se normaliza, pero 4 de cada 10 negocios padecen fraudes

En México, uno de los grandes retos del comercio electrónico es aumentar la tasa de aceptación de transacciones, pues esta se encuentra en el 60%.

Durante el 2020, la penetración del comercio electrónico dentro de los negocios fue obligada para su supervivencia y si bien su crecimiento fue exponencial en la etapa más álgida de la pandemia, tras la reapertura de los espacios físicos, el e-commerce no va a morir, sino que será fundamental para crecer las empresas.

Según cifras de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), el e-commerce tuvo un crecimiento del 81% en el 2020 a comparación del año pasado. Esto representa un desarrollo del 9% para el comercio minorista, lo cual es relevante para analistas de la fintech Adyen, pues muestra una adopción mucho más profunda de los canales digitales en el país.

De acuerdo con Erick McKinney, country manager de Adyen en México, el canal digital satisfizo las necesidades de los usuarios mexicanos, especialmente en fechas de mucho tráfico, como las dos ediciones del Hot Sale acontecidas en medio de la pandemia, elementos que también contribuyeron a alcanzar las expectativas que se tenían para 2023 o incluso 2024, en relación a la adopción de esta vía de ventas.

Otro de los puntos relevantes para este canal es que si bien ha habido un decremento de las ventas minoristas, se compensa a partir de otras verticales que han experimentado mayores volúmenes de venta en comparación del periodo pandémico, como los viajes. “Vemos mucha consistencia para el e-commerce en el 2021 a pesar de que se regresó a las tiendas”, explicó McKinney en un encuentro con medios.

Un ejemplo de este crecimiento lo dio Sergio Borrego, director de suministro e innovación de Innovasport, que destacó que desde el año pasado generaron una nueva base del 20% de ventas a través de comercio electrónico, además de que tuvieron una penetración mayor en lugares donde hay menos tiendas físicas.

No obstante, McKinney resaltó que en este periodo de desarrollo obligado se mostraron dos caras para los negocios, pues algunos se adaptaron satisfactoriamente a las condiciones digitales del comercio, pero por el otro lado hubo casos que no capitalizaron la experiencia.

En este sentido destacó que en México, de cada 10 negocios en línea, cuatro tienen potencial de sufrir fraudes, lo cual se debe a que incursionan sin ninguna estrategia óptima. Sin embargo, en caso de implementarla, esta les permitiría alcanzar tasas de aceptación de entre el 85 y 90%, pues en el país esta cifra se encuentra en el 60%.

Algunas de las estrategias para solventar este problema, señaló el especialista de Adyen, se basan en controlar la cadena de valor sin la incorporación de terceros, esto con el objetivo de aminorar los riesgos y solucionarlos de manera pronta sin depender de otras instituciones.

Incluso detalló que no se puede delegar las acciones antifraudes a otras compañías, pues es la propia marca la que conoce sus productos, promociones y clientes. Por lo tanto, son las empresas quienes deben entender dónde están los clientes legítimos a partir del análisis de esa información.

Asimismo, puntualizó que la implementación de herramientas digitales es fundamental, pues el análisis e interpretación de datos permiten ser asertivos en la identificación de defraudadores y no confundirlos con compradores legítimos, esto con el fin de elevar el nivel de confianza.

Bruna Maggion, directora de marketing en Adyen, resaltó que incorporar estas herramientas dentro del ecommerce en México será de suma importancia para su evolución y aceptación entre los usuarios, pues señaló que según cifras de la fintech holandesa, el 91% de los clientes piensa que los minoristas deben mantenerse en el ecommerce después de la emergencia sanitaria.

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