La mayoría de los emprendedores saben que quieren echar a andar un negocio, pero no todos saben por qué quieren hacerlo ni con qué objetivos.
El panorama emprendedor en el país tiene un aspecto único y particular comparado con el de muchos países de la región. Si bien al mes abren cerca de 35 mil nuevos negocios a nivel nacional, según datos del Instituto Nacional Emprendedor (Inadem), solo el 10 por ciento de estas empresas logra sobrevivir más de 10 años. De hecho, datos del INEGI indican que en ciudades como la capital mexicana, la esperanza de vida promedio de un emprendimiento es de 8.1 años.
Ahora te preguntarás, ¿por qué pasa eso? La realidad es que la mayoría de los emprendedores saben que quieren echar a andar un negocio, pero no todos saben por qué quieren hacerlo ni con qué objetivos. Dicho lo anterior, aquí te digo cuáles son los cuatro factores que debes poner en la mesa antes de comenzar con la aventura de un nuevo negocio.
1. ¿Solo quieres dinero?
Si lo único que buscas cuando decides emprender es volverte rico, vas por el camino equivocado. Ese es un error muy común con la gente que llega a Aurea Capital Markets buscando la forma de invertir su dinero. Saben que pueden conseguir ganancias porque lo escucharon de alguien más, pero no saben realmente qué pasos deben dar para lograrlo.
Elegir desempeñarte en un sector únicamente por la remuneración es un grave error. Lo principal debe ser definir tus objetivos, saber por qué estás iniciando un negocio o carrera laboral, identificar un nicho y una necesidad que quieres atender y saber realmente a qué tipo de personas vas a ayudar y no únicamente cuánto vas a cobrar por ese servicio.
2. Haz lo que te apasiona
De la mano del punto anterior, debes saber que si no haces las cosas por pasión, difícilmente conseguirás el éxito que obtendrías cuando lo que te mueve es el gusto de quien vive, come y sueña con su negocio. Si bien la pasión no garantiza el éxito en un negocio, ten por seguro que el empeño que pondrás y que, por ende, vas a transmitir a tu equipo, no será el mismo si emprendes solo por interés monetario.
En resumen, no emprendas solo por necesidad, sino busca aquello que te hace sentir completo y que, además de ganancias económicas, aporte a tu desarrollo personal.
3. ¿Océanos azules o rojos?
Existe una teoría que dice que los océanos rojos son aquellos que ya están explorados por otras empresas o corporaciones, además de que están muy peleados y competidos por los jugadores que actualmente se desenvuelven en él.
Por el contrario, los océanos azules son los que, de la mano de una invención propia, satisfacen una necesidad que actualmente no tiene una solución. Es decir, en los que creas algo que le funciona a alguien y que anteriormente no existía.
Mi recomendación es identificar aquella necesidad que hoy en día no es atendida correctamente y que incluso no tiene una solución existente, además de identificar exactamente al nicho que vas a ayudar, para posteriormente salir con esa idea en busca de los clientes, sin necesidad de pelear con los ‘gigantes’ que ya habitan en los océanos rojos.
4. Encuentra mentores
Por más bueno que seas en tu ramo, siempre hay alguien mejor y/o más experimentado que tiene algo que enseñarte. Entonces, mi último consejo es que siempre debes rodearte de gente que tenga muchísimo expertise en tu sector para absorber lo mejor de esa experiencia que lo ha llevado al éxito.
Pero ojo, encontrar a ese mentor no lo es todo, sino que dependerá mucho de qué tanto pongas de tu parte para abrir tu pensamiento a escucharlo, así como a aprender las cosas que ese ente está haciendo bien. Recuerda, además, que no basta con uno solo. Entre más grande sea tu red de mentores y expertos, más herramientas tendrás a la mano para nutrir tu conocimiento y generar una experiencia que te acerque día a día al éxito.
Nota seleccionada y vista por primera vez en El Financiero